Independencia de Estados Unidos
La
guerra entre España, Francia y Gran Bretaña por el dominio de América del Norte
se resolvió el 10 de febrero de 1763 con la firma del Tratado de París. Los
británicos obtuvieron todo el territorio francés al norte de los grandes lagos que
actualmente corresponde a Canadá, más Luisiana al este del Mississippi,
mientras España se adueñó del territorio ubicado al oeste de este río. Además,
la corona española cedió a los británicos Florida, a cambio de Cuba y
Filipinas. Con esto, Francia quedó sin territorios en América del Norte, salvo por
las islas de Saint Pierre y Miquelon frente a la costa meridional de Terranova.
También conservó sus posesiones en las Antillas.
Por
lo tanto, en 1763, América del Norte estaba dividida entre Gran Bretaña y
España. Las posesiones de ambas naciones estaban separadas por el río
Mississippi. Solo la zona noroccidental seguía siendo una tierra de nadie.
En
1763, en la Norteamérica británica había 1.250.000 blancos y más de 250 mil
esclavos, equivalentes al veinte por ciento de la población de Gran Bretaña, aunque
el nuevo territorio era mucho más extenso y rico.
La
paz de París contribuyó al desarrollo económico de los colonos. En el norte se
dedicaron al comercio y en el sur a la agricultura. Esta prosperidad fue
generando la aspiración de autogobernarse.
En
1773, a causa de la aplicación de un gravamen sobre el té, se produjeron graves
incidentes en el puerto de Boston. Los colonos, disfrazados de indios pieles
rojas, asaltaron y arrojaron al mar el cargamento de té de tres barcos. El rey
proclamó estado de excepción, se clausuró el puerto de Boston, se redujo el
poder político de Massachusetts y se envió a la metrópoli a los funcionarios
responsables del motín, para ser juzgados. Además, se establecieron nuevas
medidas para controlar el comercio y la distribución de tierras, lo que
dificultó la expansión de los colonos.
Este
documento es la primera versión impresa de la Declaración de Independencia de
los Estados Unidos. El 7 de junio de 1776, Richard Henry Lee de Virginia
presentó una resolución instando al Congreso, que se reunía en Filadelfia, a
declarar la independencia de Gran Bretaña. Cuatro días después, Thomas
Jefferson, John Adams, Benjamín Franklin, Roger Sherman, y Robert R. Livingston
fueron elegidos miembros del comité encargado de redactar una declaración de
independencia. El escrito producido del comité se leyó en el Congreso el 28 de
junio. El 4 de julio el Congreso adoptó la Declaración de Independencia, que
contenía una serie de quejas contra la corona británica. El documento fue
impreso y distribuido por todas las colonias en forma de volante. Los volantes
eras hojas grandes de papel, normalmente impresas por una cara, populares en el
siglo XVIII como método rápido de distribución de información importante. Se
colocaban en los ayuntamientos y cafés, se leían en las iglesias y las
reuniones públicas, y con frecuencia eran reimpresas, en su totalidad o solo
fragmentos, en los periódicos locales.
La organización del nuevo país
El
17 de septiembre de 1787, la Convención Nacional de Filadelfia aprobó la
Constitución de Estados Unidos, que estableció una república federal. Además,
se puso en práctica la división de poderes en ejecutivo, legislativo y
judicial.
El
ejecutivo estaba en manos de un presidente elegido cada cuatro años. El primero
fue George Washington (1789-1797). El legislativo sería ejercido por un
Congreso compuesto por dos cámaras: el Senado y la Cámara de representantes. El
poder judicial quedó a cargo de la Corte Suprema, formada por jueces
vitalicios, encargados de velar por el respeto a las leyes constitucionales y a
los derechos de los ciudadanos.
Causas de la independencia
- Mayor control británico.- Gran Bretaña anuló las leyes promulgadas por las colonias de Carolina del Sur y Virginia, estableció un mayor control sobre las cortes de justicia y ordenó que las autoridades aduaneras entraran sin permiso a viviendas y almacenes donde se sospechara que podría haber bienes de contrabando.
- La Ley del Azúcar.- El imperio británico pretendía que las colonias colaboren con los gastos de mantenimiento de la burocracia. Por eso, en 1764 se aprobó la Ley del Azúcar que imponía impuestos en bienes como el azúcar, el vino, el café, el potasio, la seda y el hierro y que fue recibida con gran malestar.
- La Ley de la Estampilla.- Se colocó un impuesto sobre toda clase de material impreso (anuncios en periódicos, contratos legales como testamentos, etc.). Las protestas de los colonos no tardaron en dejarse oír.
- La masacre de Boston.- El 5 de marzo de 1770 un grupo de gente comenzó a tirar bolas de nieve (algunas con piedras) a los soldados británicos que custodiaban la oficina de Aduanas. Los soldados reaccionaron disparando y matando a cinco colonos, esta acción exacerbó a la población.
- El motín del té.- En diciembre de 1773, por problemas con los impuestos al té, varios colonos disfrazados subieron a tres barcos y tiraron al mar los cofres con el té.
- A partir de eso ya no hubo marcha atrás. Los americanos dejaron la resistencia y pasaron a la revolución.
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